Para evitar la confusión, desde el principio vamos a aclarar que el enamoramiento no tiene ninguna base real, porque es un fenómeno impredecible y aleatorio que nos pasa a todos, porque todos creamos preferencias basadas en una persona ideal de manera inconsciente durante toda la vida y con el tiempo se hace más sólida.
Cuando la acumulación de las preferencias se percibe en una persona enamorada en particular, se produce un impacto emocional, una sensación indescriptible de felicidad, hasta el punto de causar cambios fisiológicos.
A continuación, aparece un intenso deseo de intimidad con esa persona, la voluntad de tener a esa persona cerca, tocarla, abrazarla o para tener sexo con ella, hay un intenso deseo de reciprocidad para que la persona amada sienta lo mismo lo que nosotros sentimos, esto también crea al mismo tiempo un intenso miedo al rechazo.
La persona enamorada pierde su concentración en sus tareas cotidianas a causa de los pensamientos frecuentes e incontrolables sobre el ser querido, esto también ocurre durante la presencia, real o imaginaria de la persona amada, una fuerte excitación fisiológica que implica el nerviosismo, el rápido latido del corazón, una hipersensibilidad a los deseos y las necesidades que pueda tener la persona amada las cuales queremos satisfacer.
Tal vez la sensación más llamativa sería una hiper idealización que nos hace percibir sólo las características positivas de la persona con la que tenemos un flechazo.
¿Estar enamorado no tiene valor? La respuesta obvia es: tendría valor si dura la sensación de estarlo. En la gran mayoría de los casos no ocurre debido a que varias características acerca de la persona de la que nos enamoramos, han cambiado con el tiempo; después nos queda una dolorosa sensación de frustración.
Son muchos los motivos de por qué nos enamoramos y el hecho es que cuando estas causas cambian, termina el enamoramiento.
Necesariamente, esto no significa que después de que nos desenamoramos, no podemos amar a esa persona si nos enamoramos de nuevo.
Del mismo modo, en este sentido se ha dicho, no sin razón, que cuando comienza el amor, el enamoramiento termina (Erich Fromm).Tal vez podríamos decir, con mayor precisión, que con el fin de saber si amamos a la persona que nos enamoramos, primero tenemos que dejar de sentir de estar enamorados con esa persona.
Uno de los mayores problemas sobre el enamoramiento es que sólo en muy pocos casos es recíproca. Por lo general, nos enamoramos de alguien que no quiere saber nada de nosotros.
Probablemente una de las mayores frustraciones que uno podría tener, como ser humano, es el amor no correspondido.
Cuando uno no sabe la verdad sobre el enamoramiento, es difícil entender por qué la persona amada no se siente la misma sensación que nosotros.
¿Cómo sabemos la diferencia entre el amor y el enamoramiento? La única forma de hacerlo es dándonos cuenta de que estamos impresionados por alguien que no conocemos, no puede haber una trampa en nuestros sentidos, y esto no tiene nada que ver con el amor, porque el amor implica el conocimiento de la persona amada y nadie ama a alguien que no conoce.
Además, el enamoramiento desaparece con la misma rapidez con la que llegó, dejando graves consecuencias de dolor y frustración, que son muy difíciles de superar.
En resumen, el enamoramiento nubla nuestra razón, si conocemos las verdaderas causas del enamoramiento, vamos a tener la mejor herramienta para hacerle frente.
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